23 octubre, 2012

Eres la contradicción y el sentido

Tengo miedo a esto que me haces sentir, pero más miedo me da que no sientas lo mismo. Me siento como una botella con un mensaje dentro que se perdió en la inmensidad del mar, y vino a parar a tu isla, a ti que estabas naufragando, nos encontramos para formar el caos y la perfección al mismo tiempo. Yo no debería estar aquí, sentada frente al ordenador conteniendo cada lágrima, pasando por esta situación, aferrándome cada día más a ti y a nuestras conversaciones, yo no debería estar luchando por no sentir lo que siento, porque simplemente esto no debería estar pasando... Pero esta pasando, y mis fuerzas son muy débiles  porque quiero seguir descubriéndote, aunque todos digan que esta mal lo que estoy sintiendo por ti, que me iré al infierno por desear tomarte de la mano, observar cada milímetro de ti, desde tu sonrisa hasta donde termina tu alma, y quizá un poco más allá...

Pero es que contigo, me siento menos estúpida y más humana, cómo explicarte esos pequeños infartos que me dan cuando me escribes, lo eternas pero cortas que se me hacen las horas cuando hablamos cualquier cosa sin sentido, aunque contigo, todo cobre sentido. Lo largo que es el día esperando el momento en que por fin podamos seguir hablando. Quiero significar algo, quiero ser esa que convierta tus Lunes en Viernes, tus sombras en luz, quiero que tu me mires a los ojos y veas que aunque soy una de las personas más inseguras que habita el planeta, contigo me siento segura...Quiero susurrarte cosas al oído (lo cual ahora parece tan difícil) ayudarte a levantar si la vida te tira de golpe al suelo, y si no puedo, al menos déjame recostarme a tu lado, porque quiero enseñarte que a veces las cosas pueden mejorar.

Pero... Sigo teniendo miedo. No puedo elevar mis esperanzas contigo, no puedo estar segura, no sé que pienses de mi...  Aún así, me estoy tirando al vació, esperando que estés abajo esperándome y déjame contarte que esto de caer se parece mucho a volar..


Serena


11 octubre, 2012

Síndrome Peter Pan




Aún recuerdo cuando pensaba que la luna era de queso, que debajo del árbol de limón de mi patio vivían hadas, que a los 20 años viviría en París, que tendría aventuras como las personas de las películas, que las fuentes de agua podían devorarme, que algún día podría teletransportarme dentro de un libro... Reconozco a la pequeña niña en las fotos, esa de la gran sonrisa inocente y ojos soñadores. Tantos pensamientos aplastados por la realidad, pero sigo en busca de mi final feliz. Quizá ya no soy tan inocente, pero aún soy una soñadora.


Serena