Recuerdo cuando nos abrazamos por primera vez, realmente lo recuerdo, no el día ni la hora exacta. Pero si como me hizo sentir, es increíble como una pequeña muestra de afecto puede poner todo al revés (al menos para mi así sucedió). Como una persona, un conocido, puede cambiar tus planes sin siquiera avisar. ¡¡Bonita capacidad la tuya de alborotarme los sentimientos!!
Y comencé a darme cuenta lo mucho que me agradaba tu compañía, tu manera de hablar, tu forma de expresarte, el sonido de tu risa, tu sonrisa, tu manera de tocar el piano, hasta tus chistes malos... Y sentí curiosidad, ganas de saber cual era tu color favorito, tus sueños, tu sabor preferido de helado, tus miedos, por que razón el fútbol te apasiona de tal manera, si eres de esas personas que hacen planes o prefieren improvisar... Pero, es curioso ¡siempre hay un pero! Yo soy de esas personas que no acostumbran a mostrar lo que realmente sienten, no puedo entablar una conversación real contigo y si pudiera, me da miedo no usar las palabras adecuadas, que puedas saber o descubrir que yo no soy el tipo de chica que te gusta. ¡Que ganas de ser bonita para llamar un poco tú atención! Y que seas tú, quien se acerque, quien tenga curiosidad sobre mi, que quieras conocerme un poco más.. Que mi sonrisa te agradara, cambiar tus planes...
Pero no puedo saberlo, si eres para mi, si yo soy para ti, nadie puede saberlo. Y la verdad, me da miedo saber la respuesta, la vida me ha enseñado que cuando tienes las esperanzas muy altas, más posibilidades hay de decepcionarse. Y que las cosas buenas llevan un poco más de tiempo... Mientras tanto, seguiré abrazándote e imaginando que te gusta abrazarme también...
Serena ♥
PD: Por cierto, llevo puesta la sonrisa que me regalaste...
